Estaba estudiando el Grado Superior de Ilustración aplicada a las Artes Gráficas en la Escuela la Llotja Avinyó en Barcelona cuando Luís, el profesor de pintura nos propuso participar en el concurso de diseño de Vacas que lo patrocinaba Cowparade y Llet Nostra ese año en Barcelona. Presenté unos 5 diseños y me olvidé del tema, me enfoqué en seguir estudiando haciendo lo que más me gustaba: crear dibujando y pintando. Al cabo de seis meses más tarde, recibo una llamada a casa del concurso diciéndome que les había encantado mis dibujos, qué escogiera el que quisiera y pintaría en Barcelona durante una semana entera en una nave con artistas de todo el mundo, una vaca de 50kg de fibra de vidrio de tamaño al natural.
Que se expondría durante 3 meses por las calles de Barcelona. Durante la exposición, me volvieron a llamar diciéndome que la vaca la habían encontrado rota, pintada y tirada en un contenedor de basura tres calles más arriba, fruto del vandalismo callejero. Estuve otra semana entera solo restaurándola.
Me costó mucho más trabajo que pintarla de nuevo. Después de la exposición al aire libre, hicieron una subasta seleccionando los mejores diseños de las vacas de Barcelona. Tres meses más tarde, me percato que un señor tiene “mi vaca” en su comedor. Graciosa la vida.